11/03/2007

Odio cerval; Iterregno; Hablar claro

No tienen la culpa

¿De dónde viene la expresión "odio cerval"?
J. Lussán. Bogotá.

Viene de no saber que los ciervos se caracterizan por su condición asustadiza, pero no por su capacidad de odiar. Existe, sí, la frase "miedo cerval", para indicar un temor tan intenso que es comparable al de los ciervos. Pero no puede extenderse a otros sentimientos como el odio, la envidia, la codicia... ¡Pobres venados!


Interregno

¿Es apropiado usar la palabra interregno como sinónimo de pausa o intervalo?
Doris Escalante. Santa Marta.

Estrictamente hablando, el interregno era el tiempo durante el cual un Estado que había perdido a su soberano -por muerte, derrocamiento o abdicación¿ tardaba en reemplazarlo por otro ("entre reinados"). Luego se amplió el significado para abarcar el período de descanso parlamentario. Hoy nadie se engaña si alguien se refiere a interregno en circunstancias distintas a las dos anteriores, que son las únicas que considera el Diccionario. Es más: pocas personas dominan la precisa acepción del término.


Hablemos claro

¿Por qué se permite decir "hablar claro", en vez de "hablar claramente", y no se autoriza "hablar intenso", en vez de "hablar intensamente"?
William Rugeles. Bogotá.

Porque el uso es consagratorio. Contrariando clásicas normas gramaticales, ciertos adjetivos han terminado por cumplir una misión adverbial sin necesidad de que se les agregue el sufijo "mente". Entre ellos están "claro", "duro, "quedo", "recio", "alto", "bajo"... Algunos otros se encuentran en proceso de transformación, como "largo", que se usa como adverbio, sin que haya desaparecido el uso de "largamente". En cambio, el pueblo hispanoparlante no utiliza el adjetivo "intenso" como adverbio, circunstancia en la que se encuentra la mayoría de los adjetivos: fogoso, lánguido, tenue, sorprendente, etc.


No hay comentarios.: