11/29/2007

Macorna; Bogotá; Uso de 'M' antes de 'P' y 'B'

Noviembre 29 de 2007,
Pida la palabra

Por Soledad Moliner


Mancornas y sus familiares

Veo en una revista mexicana el término "mancuernillas" para designar los broches gemelos para puños de camisa. ¿No es, acaso, "mancornas"?
Javier Robles. Bogotá.

Muchos términos, todos aceptables, se emplean para lo que en Colombia llamamos mancornas: mancuernas, mancuernillas, gemelos, yuntas, mancornillas... Se sorprenderá al saber que los más extendidos son los dos primeros de la lista, utilizados en Norte y Centro América.


Nombres de la Capital de Colombia

Tiene la palabra

El lector Hernando Gándara me envía un interesante mensaje sobre los nombres de nuestra capital, del que ofrezco un resumen:

Gonzalo Jiménez de Quesada la fundó con el nombre de Santa Fe "en honor al sitio donde nuestros reyes católicos Fernando e Isabel se instalaron mientras combatían herejes". Esa ciudad española se llama Santa Fe, con dos palabras. Luego llegó al mismo lugar Sebastián de Belalcázar, que decidió fundarla de nuevo. Siempre había mantenido los nombres originales, para que la memoria del tiempo no se perdiera, así que le agregaron el nombre de Bogotá, con el fin de que se recordara que allí había vivido un gran príncipe. Hubo misa, arenga de don Sebastián y fiesta de dos días, con la primera corrida de toros que tuvo lugar en Bogotá. Luego, por iniciativa de Simón Bolívar en el Congreso de Angostura, en 1819, se suprimieron las palabras Santa Fe, y el nombre de nuestra capital se redujo a Bogotá, hasta cuando en la Constituyente de 1991, por iniciativa de Jaime Castro, se restituyeron las palabras suprimidas y se contrajeron en una: Santafé. Por último, después de varias encuestas y solicitudes, mediante el Acto Legislativo No 1/2000, se retornó a la idea de Bolívar y de nuevo nuestra ciudad quedó con el nombre que Bogotá, y ahí vamos.


¿Sigue vigente el uso obligatorio de M antes de P y B? Veo empresas que usan N antes de esas letras

A. S. J. Bogotá.

Continúa en plena vigencia. Pero la ortografía de marcas comerciales es tan relativa como la de los publicistas que las inventan.


POR SOLEDAD MOLINER
Formule sus consultas sobre lenguaje a soledadmoliner@hotmail.com o a LECTURAS de EL TIEMPO, Avda. Eldorado 59-70, Bogotá D. C.

11/24/2007

Pronunciación de la "v" y "z"; "v" Uve.

Noviembre 23 de 2007

Pida la palabra
Por Soledad Moliner.


Pronunciamiento sobre pronunciación

¿Por qué cuando se dicen palabras que contengan las letras "v" o "z", su pronunciación debe ser diferente?

Juan Pablo Cortés.

La "v" se pronuncia en español igual que la "b". ¿Cómo? El Diccionario de la lengua española lo explica: se trata de un fonema consonántico labial y sonoro. Hay quienes, erradamente, creen que se debe hacer una distinción al pronunciarlas, tal como sucede en otros idiomas (inglés, francés, alemán, portugués...). Pero el castellano perdió en el curso del tiempo la diferencia de sonido entre las dos. "Baca" (artefacto que se coloca sobre el techo de un carro para transportar objetos) y "vaca" (el animal cuadrúpedo que conocemos) se pronuncian, pues, igual. Ahora bien, la "z" es un caso distinto, ya que su fonética varía según el lugar. En casi toda España representa, en términos del DRAE, "un fonema consonántico fricativo, interdental y sordo" y se pronuncia ceceando. En buena parte de Andalucía y Extremadura, en Canarias y en toda América Latina se articula como "s". Ambas formas son correctas.


Sigo con estas letras

¿Cuál es el nombre correcto de la "v"?

V. Rubiales, Caracas.

La Real Academia señala en su Diccionario que el nombre de esta, la vigésimo quinta letra del alfabeto castellano, es tanto ve como uve. Lingüistas como Manuel Seco se inclinan por desechar el primer nombre, porque puede confundirse con la segunda letra del alfabeto, la be, y optan solo por la denominación de uve. La coexistencia de estas dos primas que representan un mismo sonido con dos grafías diferentes se ha prestado para muchas rajadas en ortografía y para que la uve reciba numerosos apodos: ve labiodental (que es falso, pues no se articula, como en otras lenguas, oponiendo los dientes al labio inferior), ve corta, ve chiquita, ve pequeña, ve baja e incluso "ve de vaca", en contraposición a la "be de burro". Creo que todos deberíamos hacer un esfuerzo por quitarle los motes descriptivos y llamar a esta pobre letra como corresponde: uve.

11/03/2007

Odio cerval; Iterregno; Hablar claro

No tienen la culpa

¿De dónde viene la expresión "odio cerval"?
J. Lussán. Bogotá.

Viene de no saber que los ciervos se caracterizan por su condición asustadiza, pero no por su capacidad de odiar. Existe, sí, la frase "miedo cerval", para indicar un temor tan intenso que es comparable al de los ciervos. Pero no puede extenderse a otros sentimientos como el odio, la envidia, la codicia... ¡Pobres venados!


Interregno

¿Es apropiado usar la palabra interregno como sinónimo de pausa o intervalo?
Doris Escalante. Santa Marta.

Estrictamente hablando, el interregno era el tiempo durante el cual un Estado que había perdido a su soberano -por muerte, derrocamiento o abdicación¿ tardaba en reemplazarlo por otro ("entre reinados"). Luego se amplió el significado para abarcar el período de descanso parlamentario. Hoy nadie se engaña si alguien se refiere a interregno en circunstancias distintas a las dos anteriores, que son las únicas que considera el Diccionario. Es más: pocas personas dominan la precisa acepción del término.


Hablemos claro

¿Por qué se permite decir "hablar claro", en vez de "hablar claramente", y no se autoriza "hablar intenso", en vez de "hablar intensamente"?
William Rugeles. Bogotá.

Porque el uso es consagratorio. Contrariando clásicas normas gramaticales, ciertos adjetivos han terminado por cumplir una misión adverbial sin necesidad de que se les agregue el sufijo "mente". Entre ellos están "claro", "duro, "quedo", "recio", "alto", "bajo"... Algunos otros se encuentran en proceso de transformación, como "largo", que se usa como adverbio, sin que haya desaparecido el uso de "largamente". En cambio, el pueblo hispanoparlante no utiliza el adjetivo "intenso" como adverbio, circunstancia en la que se encuentra la mayoría de los adjetivos: fogoso, lánguido, tenue, sorprendente, etc.


11/02/2007

Angloamericanismos Adoptados

Noviembre 2 de 2007

Lengua ensalza

Soledad Moliner cuenta el origen de términos que usamos todos los días y son derivados del inglés.

PALABRAS OKAY

No se necesita ser alto ejecutivo de una multinacional para pronunciar palabras en inglés dentro de parrafadas en español. Tampoco hay que violentar nuestra lengua con frases de "espanglish". Ni siquiera es preciso introducirse en el mundo de la tecnología moderna para tomar prestadas voces de la lengua de Shakespeare y Michael Jackson. Les ofrezco, en dos entregas, el origen de muchos términos que todos empleamos u oímos a menudo en Juanchito, Villavicencio, Pasto y Bogotá. Algunos ya han obtenido la nacionalidad para figurar en el Diccionario de la lengua española; otras viven por ahora solo en boca de los hispanohablantes.


Radar. El invento que permite ubicar objetos a distancia fue bautizado, en inglés, Radio detecting and ranging (Detección y rango por radio). Pronto se usó para designarlo con el acrónimo radar, construido con las dos primeras letras de cada palabra, excepto la conjunción copulativa "and" ("y"). Así pasó al español y a otras lenguas, donde figura como sustantivo común.

Sonar. Parecido al caso anterior es el de cierto sistema para detectar objetos en masas de agua por medio de ondas de sonido. Su nombre completo en inglés es Sound navegation ranging (Navegación y rango por sonido). De este extenso nombre surgieron dos acrónimos. En Inglaterra, asdic, que tuvo poca difusión. Y en Estados Unidos, sonar, que se registra en el Diccionario de la lengua española, pero sin etimología.

Yupi. No lo registran el DRAE ni el Diccionario panhispánico de dudas, a pesar de que este último adopta extranjerismos tales como yoqueta (mujer que monta a caballo) y yip (campero). Bastante usado en países de habla hispana, corresponde a la palabra inglesa yuppie, acrónimo de Young Urban Professional (profesional joven urbano). Se aplica a los jóvenes con educación universitaria, gustos más o menos refinados, urbanícolas por excelencia y estilo de vida ambicioso y económicamente solvente.

Hippie. El Diccionario panhispánico de dudas lo inscribe como "jipi", con ortografía castellana. Sin embargo, "jipi" es, en el de la Real Academia, un término coloquial para el sombrero de jipijapa. Allí aparecen, en cambio, las voces hippie y hippy con la siguiente definición: "Se dice del movimiento contracultural juvenil surgido en los Estados Unidos de América en la década de 1960 y caracterizado por su pacifismo y su actitud inconformista hacia las estructuras sociales vigentes." De cualquier manera, su significa en inglés corresponde al que señala el DRAE y su origen no está totalmente claro. Procede, al parecer, de una expresión norteamericana de comienzos de siglo -"hip" o "hep"¿que calificaba a alguien que estaba con las pilas puestas o al tanto de las cosas.

Yonqui. En Colombia tiene poco uso, pero figura tanto en el Diccionario panhispánico como en el de la Real Academia. Dice este sobre su sentido: "en la jerga de la droga, adicto a la heroína." Su origen inmediato es la palabra inglesa junkie, con que se designa al adicto a la droga. Este término, a la vez, proviene de junk, que significa basura, desecho, sobrado, desperdicio. Como se ve, una etimología no muy enaltecedora.

Ping-pong. No, no es una palabra asiática. Aunque esta manera de denominar al tenis de mesa podría ser de cualquier parte porque semeja el ruido universal de las raquetas que golpean la bola, se trata de una voz inglesa con dueño: es marca registrada de la compañía Parker Brothers, empresa norteamericana que fabrica juguetes. Otro de sus productos estrella es el famoso juego de Monopolio, aunque no tiene derechos sobre esta palabra, que viene del latín monopolium.